Necesitaba encontrar esa imagen (surgió de la materia como por arte de
magia, casi con las manos, como en un modelado de barro). (Necesitaba) —
encontrar el vínculo con lo inanimado, hasta sentirme expresada por ella, con
ese gorro que la hilandera ciega va deshaciendo, tirante, hasta descubrir su
máscara que maquilla sólo en parte, y que no cubre la desnudez de sus ojos.
Con su capacidad truncada en la codicia de la voluntad de poseer lo que no
le hace rica. (Envuelta en la plenitud de la nada que creía el todo).
La naturaleza, transformada en troncos fríos que zarandean el aire. Sin color.
Troncos convertidos en dinero, que es sólo papel… pintado.
La conexión está en ver el recorrido entre ayer y ahora. Un hilo finísimo que
tensa tanto que podría sonar, y ser único. Vibra sin quebrar y luego vuelve a
su sitio. Me habla como ningún otro. Esta íntima separación la puedo tocar, y
desaparece. Me mira moviéndose, diciendo que esta vez lo he descubierto.