Es una apelación al respeto de la Tierra.
Apelar al amor para conservar lo que tenemos, que es lo que vivimos (referencia al
Poema de José Hierro: “Con las piedras, con el viento…”)
«Es una metáfora de la tierra viva.
La tierra funciona como un sistema único de autorregulación de su temperatura y su
composición química, de forma que resulten adecuados para la vida. Así pues, su objetivo
es y será siempre mantener la habitabilidad.
Cuando ese sistema se ve alterado por numerosos factores causados por nuestra
civilización, estos hacen que el coste sea la propia selección natural de las especies».